Porque nosotros somos el máiz

En la tierra lo único que importa es cultivar el... ¡SIIIII! Tu espacio sobre cuentos y algo más TODOS LOS HOMBRES MUEREN, MAS NO TODOS VIVEN REALMENTE -WILLIAM BRAVEHEARTH WALLACE-

Tuesday, February 27, 2007


Por: Pino
Siempre estamos un PASITO adelante
Parte 1

Hemos visto en las noticias internacionales sobre la caza de mexicanos en la frontera norteamericana, y la crítica hecha por BABEL sobre este sistema Inhumanitario, con tal razón perdió en los oscares gringos, irónicamente ganó una película de mafia entregada por los personajes de la misma, además del director de “El padrino”.
A muchos mexicanos no les importa demasiado este problema, ya que es algo externo a nuestro sistema nacional. ¿Pero qué tal con las ofertas del Paso Texas? Muchos mexicanos rinden honores a la Malinche y compran en gringolandia, donde todo es mágico y gringo. Pero la gran Odisea (literalmente) será cruzar el río de los infortunios utilizando tus dotes de nadador olímpico, evitar los gritos de las sirenas fronterizas, y finalmente escapar de los Cíclopes y Centauros (ya que ven por un ojo y hieren de lejos).
Todo para llegar a una ciudad en donde la obesidad y la pereza es lo principal.
Finalmente se dan cuenta de la pesadilla americana en donde la discriminación forma parte de los documentales premiados por la Academia de cinematografía.
Uno se pregunta ¿y porqué no se queda uno aquí? Si estamos en el sueño mexicano, en donde se acogen a los suramericanos, donde los inmigrantes que no la hicieron en Swarzeneggerlandia serán acogidos en la sociedad del relajo.
La respuesta es sencilla: EL DINERO. Muchos mexicanos no tienen demasiados “verdes” como para conseguir algún producto digno, y lo poco que se consigue se gasta en las cantinas (no digo que es malo) ya que en estos lugares el mexicano expresa sus sentimientos y se alivia del estrés diario, aparte le rinde honor al mimo mexicano quien dice sin decir, pero trata de decir.
Siguiendo con el tema del dinero, el mexicano sigue una amplia tradición antigua y principalmente admitida por la sociedad mexicana, (Jack Sparrow es un buen ejemplo de ello).
Este sistema económico se basa en observar un producto demasiado caro, analizar sus funciones y posteriormente tratar de mejorarlo a un mejor precio.
Desde la conquista española, el mexicano supo cómo mejorar los artefactos extranjeros. Un claro ejemplo se conoce cuando los españoles ofrecieron los espejos. Era algo caro intercambiar oro por estas maravillas brillantes que muestran tu verdadero y más amado ser. A pesar de esto, existieron aztecas revolucionarios que intentaron reproducir los espejitos, a cambio de un cacao más económico, lo cual promovió la envidia de los españoles, y después generó los encarcelamientos por piratería.
No existe duda sobre la acción pirata en nuestro país, que, como resultado del poco capital obtenido en algunos extenuantes empleos con pagos como baba de perico, genera la actividad de crear alguna simulación del producto con calidad más baja, pero eso sí, con un precio accesible.
Últimamente, el mayor Bastión económico gringo de Chihuahua obtuvo demasiadas ganancias del 2002 hasta la fecha, ya que plaza del sol ofrecía una ambiente americano sabor a dólares, llegando a competir con el pasito Chihuahua.
Pero un augurio comenzó a finales del 2006, siendo los de arriba quienes decidieron imponer el precio al necesitado estacionamiento comenzaron a explicar su decisión (pura estrategia).
Esto impactó a la sociedad chihuahuense cuando su principal proveedor de lujos comenzó a cobrar en estacionamiento. Pero como dice el título de este tema “estamos un pasito adelante” aún así el mexicano mantiene un instinto de supervivencia que lo lleva a aceptar riesgos muy graves.
Ahora no necesita a Estados Unidos para aventurarse en una arriesgada frontera. Con el hecho de cruzar los montes ambientales de Plaza del sol, logrará llegar a este cuartel sin pagar por ello.

Tuesday, February 20, 2007

Edgar no se cae

Está bueno, pero no supera al original

Odisea Mexicana

Un mexicano podrá ser: gruñón, gritón, alburero, renegón, ulero, desmadrista, cantinflero, en fin, entre un sinnúmero de actitudes propias de un chicano. Pero eso sí, el fin de semana disfruta un exhaustivo descanso (además de algunos infortunios después de la gloria).
Finalmente es viernes y tienes un regreso a tu hogar después de la batalla de Troya. Despachaste demasiados documentos de quién sabe que narcotraficante, o conseguiste notas informativas que al siguiente día no serán leídas, o explicaste un tema que no entenderán tus alumnos. Total, decides tomar rumbo hacia tu casa hasta que la tripulación de la empresa te convence para desviarte hacia el país de los borrachos alegres (pero muy alegres).
La velada es agradable, puedes mentarle la madre a tu jefe (inclusive si está a tu lado), el espíritu de Cantinflas posee a toda tu tripulación, consigues hermanos, amigos, enemigos, padres, hijos, abuelos, toda una familia nueva en ese instante.
Después de convivir amenamente, miras tu celular y te enteras de que tienes 20 llamadas perdidas, y aparte es la una de la madrugada.
La alegría del lugar comienza a desaparecer, entonces comenzarás un viaje que nunca olvidarás (y que además se repetirá en la siguiente semana).
Si logras ser el único sobreviviente sobrio tomarás la responsabilidad del timón, y de entregar a los diferentes Cantinflas (ya que no sabrán donde viven).
Tu tripulación abandona la nave en varias estaciones alrededor de la ciudad, pero el peligro definitivo será esquivar a los “tamarindos” que merodean la ciudad en busca de penantes que deseen entregar una deliciosa y jugosísima manzana para acabársela a mordidas.
Con esa astucia de centinela seguirás entregando a los “compas” del trabajo. Pero uno de ellos, específicamente uno, será poseído por el espíritu de Mario Moreno Reyes, y te dará un tour por toda la ciudad.
Mientras “Mario” destroza la sintaxis del español, tú seguirás el camino para encontrar su casa, pero ese es el problema, NO sabe donde chi&#%*$ vive. Primero te dice que en un cerro, después te cuenta una maravillosa historia sobre los seres humanos, quienes crearon un muro en las vías del tren, lo cual detenía el paso para su casa.
Después de una amena conversación cantinflesca (ya que “Mario” en la cantina se infló) sigues sin encontrar la mentada casa y decides entregar a otros pasajeros, para ese momento Mario habrá dado un súper show cómico, le menta la madre a media tripulación y sigue añorando un campo de béisbol.
¡Mangos! Un tamarindo viene en su patrulla y no traes dinero para su manzanita (que se está cayendo de buena porque ya está madurita), observas dos posibilidades: salir a máxima velocidad o afrontar la mínima posibilidad de que sea uno honesto. Lo convences de que eres el conductor designado y sales libre.
Observas tu reloj y te enteras de que son las tres de la mañana, y sólo piensas en cómo evitar los gritos y reclamos de tu esposa, y lo peor será que no te dejará dormir en su cama durante una semana (y recuerda que hay una junta entre esos días). Algo aliviará tus penas, y será la idea de que tus compañeros cargarán su propia cruz de la borrachera. Le preguntas seriamente a Mario sobre la ubicación exacta de su casa, la respuesta utilizada dice algo así: (haber si se entiende) “A sí cómo no, ¿la casa verdá?, sí sí sí, mira sales ahí donde dice y giras como quien dice girando, ntoncs, agarras la tangente perpendicular oblicua ¿verdá? Porque una vez mi apá me dijo que no me fuera por ahí, ah pero cómo no, si me encontré una muchachona que hay gue… y me fui por allá, pero la otra vez me salió un perro que me dio en la madrugada y que no me la acabo, ¡La botella! Vieras que es muy buena porque, ¿y a usté le gustan las mujeres? Pos a quién no, son muy femeninas, porque se dan casos verdá en donde un hombre y una mujer, usté sabe verdá porque bueno, no hay que hablar de las situaciones como quien dice no morales…
¡Ya dime en donde queda tu casa por un demonio! (le reclamas molesto). Ya te dije que por el campo de beis (te responde).
Te diriges al campo de beis y no lo encuentras, terminas en la pradera con coyotes hambrientos a los lados. Cuando llegas a tus límites le preguntas sobre la ubicación de la cancha de beis, y al final del viaje en búsqueda del campo, resulta que el campo de beis ya valió beis.

Tuesday, February 13, 2007

Wii vs PS3

Yo siempre supe que era mejor el Wii

Mexicanos al grito de guerra

Por: Pino

Si se escucha en la calle “unidos jamás seremos vencidos” estará frente al máximo esplendor patriótico de un mexicano.
En algunas ocasiones las autoridades se aprovechan de sus privilegios como invitados de honor y se toman la libertad para llegar tarde y con distinciones, mientras los subordinados sufren los golpes de la guerra.
En estas situaciones las personas que sufren los descuidos y arbitrariedades de los altos mandos, toman su posición como mexicanos y se unen al tono de una sola voz para exigir justicia.
Todo esto se verá en situaciones de conglomerados, tales como inauguraciones, manifestaciones, juegos, filas, entre otros contextos públicos, en donde el aguante del mexicano llega a su límite, causando los inicios del grito de guerra (lo cual es un concepto complejo para analizar).
Para iniciar, un mexicano no tiene paciencia para largo rato, como quien dice, se desespera fácilmente. Cuando un mexicano se encuentra en este momento comienza a hacer cosas extrañas, tales como: observar a todos lados, mover sus manos (podría crear una obra de arte) ver el reloj por inercia (ya sin analizar la hora) voltear como si estuviera buscando a alguien, admirar tu reloj de nuevo, además de un sinnúmero de acciones que puedes experimentar.
Cuando no se puede llegar a más, un visionario desesperado comienza el movimiento de revolución. Todo inicia con un chiflido. Como un ejército motivado por William Wallace, los mexicanos se unen a la batalla en contra de la desesperación. Después el segundo lugarteniente del iniciador comienza el grito de guerra (el más ofensivo para las autoridades) dicha palabra se pronuncia así “ulero”, entonces los soldados, desconocidos entre sí se acoplan al desmadre, tu mejor amigo se encuentra a tu lado, la voz se hace escuchar más fuerte “ulero”, la intensidad de la batalla crece, “ulero”, consigues gritar todo lo que quieras, “ulero”, puedes insultar al presidente, gobernador, abogado, rector, policía, vecino, suegra, esposa, al tipo que está a tu lado, al diputado, senador, síndico, jefe, al presidente de nuevo, y a la madre del presidente (literalmente) y lo mejor de todo, es que no sufrirás ningún rasguño o castigo por esto.
Como resultado de esta intensa batalla obtienes la disculpa del encargado del evento. Mientras él le cantinflea al micrófono y a los presentes, los mismos soldados atacan personalmente al tipo éste con expresiones como “#$%che joto” “más crema para tus tacos” “$#%nga tu madre” (ésta última se ejecuta flexionando el codo hacia delante) y así se consigue la victoria propia: el desahogo del mexicano.
Otra situación igual pero diferente se observa en las manifestaciones. La discordia ante un gobernante (o quién sabe, porque casi siempre es eso) el pueblo unido no será vencido.
Tanta será la furia de los mexicanos que pueden dejar todas sus comodidades con tal de mentarle la madre al mandatario. Al igual que las pretorias romanas acampando en las afueras del imperio, los mexicanos consiguen mantas, cobijas, camisetas XXL (generalmente blancas con manchas de sudor) y crean sus propios carteles con frases como: muera el mal gobierno, vete a tu rancho, o las más actuales “Sonríe vamos a ganar, y si no ganamos fraude electoral” o “voto por voto”. Todo para lograr que se escuchen nuestras peticiones (además de impedir el libre tránsito por la ciudad y romper algunos mercados). Entonces ese grito inspirador surge de nuevo “ulero”, y comienza la revolución.
La última pero no menos importante sucede en los partidos internacionales. Si uno vio el mundial de Alemania, los jugadores no resaltaron por sus movimientos, NO. Los aficionados que viven la intensidad del fútbol se dieron a conocer, millones de mexicanos dejaron sus pertenencias, casas, trabajos, esposas, y unos cuantos miles de pesos con tal de meterle humor al partido y expresar mentadas internacionales. Y entonces viene ese grito aterrador: “ulero”, (lo mejor del caso es que no puede suceder algo porque es otro idioma).
No hay duda, si en otro países se puede contemplar una manifestación, no logra la magnitud del humor y la picardía de los mexicanos, porque nosotros SÍ le echamos crema a nuestros tacos.

Tuesday, February 06, 2007

Nada es imposible

En varias ocasiones hemos escuchado frases como “no tiene solución” “se desconchinfló” “llama al técnico” entre un sinnúmero de expresiones derrotistas originadas por personas comunes.
Pero aquí no. Para los mexicanos todo tiene solución.

Hay situaciones en donde los aparatos tecnológicos no rinden más, y ahí nos damos cuenta sobre el verdadero pensamiento del mexicano. Si uno no tiene para componer un aparatito, simplemente lo arregla, aún si no cuenta con las herramientas apropiadas, la creatividad mexicana es sublime puesto que todo tiene solución.

Por: PinoPara utilizar un ejemplo, me tocó estar en un autobús foráneo, (el cual estaba en malas condiciones como la mayoría) y en esta ocasión la lucecita de arriba no se podía apagar. Llegando la noche intenté dormir, pero ese destello luminoso me sonreía con maldad, la sorpresa de la noche sucedió cuando encontré una bandita para el dedo, sin titubear mi mano colocó ese ítem médico en la fuente de luz, y para pegarlo firmemente utilicé un chicle masticado. Después se apagó mágicamente (no se cómo sucedió pero fue bueno).

Con varios ejemplos podemos comprender la ingeniería mexicana (no hace falta ser especialista) puesto que la imaginación de un mexicano no tiene límites.

Lamentablemente esa capacidad se ve menguada por diferentes circunstancias: se cuenta con un especialista para componerlo, dinero para pagarle, más capital para solventar algún problemita secundario (típico), la inseparable televisión, la flojera, o simplemente las responsabilidades diarias.

Bueno, hay momentos en donde las “chicanadas” resultan contraproducentes, ya que el artefacto puede estallar por nuestra culpa. También debemos saber algo sobre el inconveniente, porque la compostura puede resultarnos más cara.

Debemos recordar que nuestro hemisferio derecho nos impulsa hacia el éxito propio, y además nuestras ideas pueden resultar benéficas en cualquier situación de riesgo. Hay que ser creativos en todos lados porque esa es una de las cualidades del mexicano, porque cabe mencionar que hay más imaginación en la vida, la que llevamos en los sueños.

Era de Teseachic 2

La segunda entrega de Teseachic